CÁNCER DE VESICULA BILIAR
Importancia
La vesícula biliar es un órgano en forma de pera situado por debajo del hígado, en la parte superior derecha del abdomen, que sirve como depósito transitorio de bilis. La vesícula biliar almacena la bilis producida por el hígado, para posteriormente liberarla hacia el intestino a través del conducto biliar principal denominado colédoco. La bilis es un componente importante dentro del proceso de la digestión.
El cáncer de vesícula biliar es una enfermedad en la cual se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la vesícula conformando un tumor.
Los factores de riesgo para el cáncer de vesícula biliar se relacionan con el sexo (más frecuente en mujeres), raza (más frecuente en indígenas) y la presencia de otras enfermedades de la vesícula, como cálculos y pólipos.
Bolivia y Chile registran las mayores frecuencias de cáncer de vesícula en el mundo.
Síntomas
Entre los signos posibles de cáncer de vesícula biliar se incluyen la ictericia (color amarillo de la piel y el blanco de los ojos) orina oscura, dolor en la parte alta del abdomen, fiebre, pérdida de peso, náuseas y vómitos
Prevención
La prevención se basa en el diagnóstico oportuno de enfermedades de la vesícula que pueden influir en el desarrollo de cáncer como son los cálculos o piedras de la vesícula, los pólipos, infecciones bacterianas crónicas y otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que es recomendable la extirpación quirúrgica de la vesícula cuando se diagnostican piedras al interior de la misma, aunque éstas no provoquen síntomas en el paciente, en poblaciones con mayor riesgo de cáncer como es la que corresponde a nuestro país.
Diagnóstico
El método diagnóstico inicial más eficaz y económico es la ecografía. Son necesarios también los exámenes de laboratorio, tomografía computada y en ocasiones son imprescindibles estudios endoscópicos.
Tratamiento
La prevención del cáncer de vesícula biliar es lo más importante para modificar el pésimo pronóstico que tiene esta enfermedad cuando es diagnosticada en fases avanzadas, como generalmente sucede.
La extirpación de la vesícula biliar en todo paciente al que se le ha diagnosticado piedras o pólipos es la mejor forma de prevenir desarrollo posterior de cáncer.
Cuando el cáncer ya ha invadido la vesícula y órganos vecinos como el hígado y los conductos biliares, la posibilidad de curar la enfermedad con cirugía es muy baja.
Existen tratamientos paliativos para ciertas condiciones asociadas al cáncer de vesícula como es la obstrucción del conducto biliar por invasión tumoral. En estos casos está indicada la implantación endoscópica de prótesis biliar para corregir la retención de bilis en el organismo y mejorar temporalmente la calidad de vida de este grupo de pacientes.