CÁLCULOS DE VESÍCULA Y CONDUCTOS BILIARES
Importancia
Los cálculos o piedras de vesícula se conocen médicamente como colelitiasis. Esta enfermedad es importante en nuestro medio por su alta frecuencia y por las consecuencias que produce si no es diagnosticada y tratada oportunamente.
La vesícula biliar es un órgano con forma de una pequeña pera, ubicada por debajo del hígado. Está conectada con los conductos biliares que a su vez son los encargados de transportar la bilis desde el hígado, donde se forma, hasta el intestino delgado, donde se mezcla con los alimentos para participar del proceso de digestión.
La vesícula biliar es el reservorio temporal de la bilis. Esta última está compuesta por agua, sales biliares, colesterol, electrolitos y lecitina. Se postula que los cálculos se forman cuando cambian las concentraciones de sus componentes (mayor concentración de colesterol y sales biliares) o cuando se altera la capacidad de la vesícula para vaciar la bilis hacia los conductos biliares.
Es más frecuente en mujeres, sobre todo en aquellas que han tenido varios embarazos, en obesos, diabéticos y personas con antecedentes familiares.
En ocasiones se diagnostica la enfermedad en niños y adolescentes pero los adultos son los más afectados.
Síntomas
Los síntomas pueden relacionarse con la inflamación local de la vesícula biliar, y en ocasiones con complicaciones provocadas por migración de las piedras a los conductos biliares (colédocolitiasis), con la inflamación aguda del páncreas (pancreatitis aguda) y a largo plazo se puede asociar con desarrollo de cáncer de vesícula.
Los pacientes con colelitiasis sintomática presentan dolor en la parte superior derecha del abdomen (cólico biliar). Este dolor es intenso, intermitente y espasmódico y puede irradiarse hacia la espalda.
Generalmente se inicia luego de 15 a 60 minutos de haber consumido comidas copiosas, grasosas o fritas. Puede acompañarse de náuseas, vómito, sensación de distensión del abdomen y flatulencia. El dolor en algunas oportunidades puede aliviarse de manera espontánea pero en otras obliga al paciente a consultar de urgencia. Si a todo esto se asocia fiebre, se habla de inflamación aguda o colecistitis aguda.
Cuando una o más piedras migran hacia los conductos biliares y estos se obstruyen, el dolor es más intenso y se acompaña de orina oscura (color té) y los ojos y la piel se tiñen de color amarillo (ictericia). Con el paso de las horas o días se asocia fiebre que significa que la bilis retenida se ha infectado (colangitis). Si a esto se suma pancreatitis aguda el cuadro clínico se complica de diferentes maneras y se hace más grave.
Diagnóstico
Exámenes de laboratorio y la ecografía del abdomen son suficientes para confirmar el diagnóstico de cálculos de vesícula y pueden sugerir diagnósticos de colédocolitiasis y pancreatitis aguda. Estas dos últimas situaciones pueden requerir de otros métodos de diagnóstico para confirmar la sospecha y definir un tratamiento adecuado.
Tratamiento
La extirpación quirúrgica de la vesícula es el único tratamiento validado para resolver esta enfermedad. Actualmente la técnica laparoscópica es la recomendada.
En caso de colédocolitiasis, primero deben ser tratados los cálculos de los conductos biliares y posteriormente indicar la cirugía de la vesícula. Actualmente, la colédocolitiasis se trata a través de endoscopia realizada por la boca. La técnica consiste en confirmar primero el diagnóstico de colédocolitiasis y luego efectuar lo que se denomina papilotomía endoscópica para retirar instrumentalmente los cálculos.
Los casos de pancreatitis aguda biliar pueden requerir diferentes tratamientos dependiendo del grado de severidad de la enfermedad.